Europa y el Pacto Verde Europeo

¿Qué es el Pacto Verde Europeo y cómo afecta a las empresas agroalimentarias?

El plan de acción para el desarrollo de la producción ecológica, también denominado Pacto Verde Europeo, es un conjunto de estrategias que persiguen construir una Europa sostenible antes del año 2050. Se trata de caminar hacia un sistema alimentario más sostenible en todos los sentidos y que esto, además, suponga nuevas inversiones y genere crecimiento.

El objetivo del Pacto Verde Europeo es establecer acciones concretas en todos los eslabones de la cadena alimentaria, donde la producción y el consumo de productos ecológicos juegan un papel clave. Tanto es así que se pretende que el 25% de las tierras agrícolas de la Unión Europea (UE) sean ecológicas en 2030.

La premisa sobre la que se asienta el Pacto Verde Europeo es que la agricultura ecológica debe ser el modelo a seguir por ser, al menos de momento, el único sistema agrario sostenible.  Sin embargo, limitarse a promover la agricultura ecológica no tendría un gran impacto. Sobre todo teniendo en cuenta que la proporción del gasto de los hogares en comida ha bajado. Igual que lo han hecho los precios de los alimentos, provocando que los ingresos de los agricultores se estanquen.

La agricultura ecológica es un reto del Pacto Verde Europeo

Pacto Verde Europeo y agricultura ecológica

Entonces, ¿cuál es la postura de la UE? Los organismos europeos implicados en el Pacto Verde Europeo sostienen que practicar la agricultura ecológica supone un mayor coste porque se utilizan procesos y sustancias naturales que disminuyen los rendimientos. Sin embargo, los productos ecológicos suelen venderse a un precio mayor que los convencionales porque los consumidores valoran el efecto positivo de la agricultura ecológica en el medio ambiente. De esta forma, los agricultores perciben más ingresos compensando las pérdidas del rendimiento.

Por tanto, parece claro que, para que todo esto se cumpla, es necesario incidir en el consumo. Si la ciudadanía se conciencia de los beneficios de consumir productos ecológicos (como las legumbres ecológicas) por su respeto a la naturaleza, el apoyo al sistema agrícola y el impacto positivo a nivel económico y ambiental; el plan funcionará. Al menos esa es la hipótesis del Pacto Verde Europeo.

 

El consumo de conservas ecológicas contribuye al Pacto Verde Europeo

Pacto Verde Europeo y consumo ecológico

Pero, ¿cómo va a convencer la UE a la ciudadanía de consumir productos ecológicos? Desde luego la concienciación y la sensibilización son imprescindibles, pero deben estar respaldadas por medidas económicas. Así, el Pacto Verde Europeo apuesta por incluir los productos ecológicos en los menús de las escuelas y los comedores de trabajo a través de los procesos de contratación pública. Es decir, quiere que, junto a otros factores como la propuesta económica, el uso de productos ecológicos tenga una puntuación específica que influya en la elección de una u otra empresa para prestar estos servicios.

También pretende hacer lo propio con el sector de la hostelería a través de incentivos y medidas de visibilidad; y en los supermercados mediante campañas de promoción. Así mismo, el Pacto Verde Europeo también quiere implantar los productos ecológicos en las cocinas de los hogares. Para ello, será fundamental aumentar el número de personas que tienen acceso a los alimentos ecológicos y, por tanto, ayudar económicamente a las familias cuyos ingresos no les permitan aumentar el precio de la cesta de la compra.

Paralelamente, se debe producir el trasvase de los cultivos tradicionales a los ecológicos. Un paso muy importante para los agricultores que también implica un coste económico. Por eso el Pacto Verde Europeo contempla incentivos para quienes apuesten por el cambio, así como la posibilidad de participar en procesos formativos.

Los 3 ejes del Pacto Verde Europeo

El Pacto Verde Europeo consta de tres ejes que representan la cadena de suministro alimentario: producción, transformación, y minoristas y consumidores. Así, existen tres grandes líneas de actuación:

Estimular la demanda y garantizar la confianza de los consumidores a través de la promoción de la agricultura ecológica y del logotipo de la Eurohoja, el fomento de los comedores ecológicos y el uso de la contratación pública ecológica, el refuerzo de los programas ecológicos escolares, la prevención del fraude alimentario, la mejora de la trazabilidad, y la contribución del sector privado.

Estimular la conversión y consolidar todos los eslabones de la cadena de valor mediante el fomento de la inversión y de mejores prácticas contemplándolas en las ayudas de la Política Agraria Común; la recopilación y difusión de datos sobre el mercado; la mejora de la alimentación animal y el refuerzo a la acuicultura ecológica.

Aumentar la contribución de la agricultura ecológica a la sostenibilidad reduciendo la huella climática, mejorando la biodiversidad genética, aumentando los rendimientos, creando alternativas a los productos fitosanitarios y utilizando de formas más eficiente los recursos.

Por lo tanto, para lograr que los productos ecológicos triunfen y exista un mercado rentable para los agricultores, hay que incentivar la demanda lo que, a su vez, propiciará que los agricultores transformen sus cultivos tradicionales en ecológico. Sin embargo, también se necesitarán incentivos para acelerar o ampliar este efecto, ya que el objetivo de lograr que un 25% de la superficie agrícola sea ecológica antes de 2050 es muy ambicioso. Y, además, para demostrar la importancia del sector ecológico será fundamental seguir investigando y mejorando su aportación en la resolución de retos medioambientales.

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